- Durante el
transporte y almacenamiento de insumos, se
pueden abollar las latas de crema de leche y de leche condensada.
- Las frutas pueden
perder agua y podrirse. Además, pueden sufrir golpes y abolladuras.
- Los huevos por ser
ingredientes frágiles y delicados, pueden sufrir rupturas. En ese caso, deben
ser inmediatamente desechados.
- En el caso de las
galletas, por ser un alimento previamente elaborado y empaquetado en una
fábrica de calidad, el deterioro se podría dar a la hora de su almacenamiento
en los puntos de ventas si es que se conservan y consumen después de su fecha
de vencimiento. Lo mismo ocurre con el whisky, café y la cocoa.
Deterioro Químico:
- En el caso de la
leche condensada y la crema de leche se puede producir una rancidez oxidativa,
debido al contenido de grasas.
- Las frutas son afectadas
tanto por hongos y levaduras, porque su pH es altamente ácido. Además tiene un
deterioro químico a causa de los procesos de respiración, transpiración y
producción de etileno. También es importante que no hayan sido expuestas al sol
ya que su pH se incrementa del mismo modo que su acidez.
- Los huevos, por su
parte, pueden ser contaminados por medicamentos de uso veterinario.
Deterioro Biológico:
- En
el caso de la crema de leche y la leche condensada, sufren un riesgo de
contener un agente biológico conocido
como estreptococos termorresistentes. Además, la leche es un ambiente propicio,
lleno de nutrientes y agua, para el cultivo y desarrollo microbiano (bacterias,
levaduras y moho).
- En las frutas es
muy común el crecimiento de mohos, levaduras y algunas bacterias por el
gran contenido de agua que poseen.
- En el caso de los
huevos, un largo tiempo de almacenamiento y condiciones de humedad permiten un
desplazamiento de la yema, lo que traería consigo que las bacterias entéricas y
otras presentes en la cáscara puedan contaminar el interior.
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